viernes, 12 de septiembre de 2008

Reclamo público de un estudiante de siete


Esta es la carta que escribí en un foro virtual de la universidad, por mi insatisfacción en la manera como fueron evaluados los artículos finales del Máster que estoy estudiando [que terminé de estudiar].

Quisiera cobrar a cambio de ese siete, enmascarado bajo un antifaz notable, una justificación adecuada. Una lectura rigurosa y cuidadosa de mi trabajo que me convenza de ese siete, que sirva como crítica real y retroalimentación [pues no serán suficientes: se puso nervioso, gagueó, pensó demasiado, se demoró mucho, retrasó mi año sabático, sudó, estaba tembloroso, no dio la respuesta correcta, utilizó las TIC’s y la ANT la nueva moda, utilizó los repertorios interpretativos que están pasados de moda, se apoyó en Foucault que es sólo el hijo de una época, está en una universidad que cada vez mercadea más con la educación, etc.], que calculo, me la harán llegar muy pronto, para que el artículo sea publicable, supongo que no me van a dejar en esta situación [no voy a publicar un artículo de un siete, aunque se note mucho (notable)], pues como ambos [el jurado, los/as profesores/as, nuestros amigos/as] sabemos de acuerdo al contrato comunicativo que hemos convenido y establecido: tenemos que sacar adelante un artículo publicable. Todos sabemos que no es solo una cuestión de una nota, aunque también lo sea, [en las condiciones en que operó nuestro jurado y los otros, y seguramente comparando los resultados en bloque de unos y de otros supongo que también una buena nota es motivo de preocupación de la calidad de los artículos].
Quisiera expresar que extrañé aunque fuera una, tan solo una palabra, pronunciada durante un segundo, aunque fuera en voz baja, o un susurro o cualquier onomatopeya atragantada, cualquier tipo de reconocimiento, aunque solo fuera: ¡¡¡vaya!!! Dijiste en el trabajo alguna estupidez que eventualmente nos puede dar algunas pistas para realizar un posible proyecto de investigación.
Podría haberme guardado simplemente estas sensaciones y decir, bueno… si…, no fue una muy afortunada defensa, y convencerme y silenciarme, pero creo que eso es insuficiente. Preferí escribir y compartir públicamente estas sensaciones que estoy teniendo, bueno para que no sea solo un asunto privado entre los profesores, el jurado y el estudiante, también me parece válido que esto pueda hacerse y que este espacio sirva para hacerlo, finalmente ¿de qué y de quién nos tenemos que proteger cuando construimos conocimiento o hacemos empanadas?
Para terminar, los animo y las animo a que saquemos juntas este artículo adelante. Es un reto., ¿por qué no hacer la tarea?, no es sólo cuestión de un sueldo, un año sabático y vacaciones y su contraparte una nota y un diploma más, aunque también lo sean, la hipoteca, nuestro estómago y nuestro cuerpo también están ahí, cincelándonos, esculpiéndonos. Finalmente quienes nos tenemos que graduar del máster somos ustedes y nosotros, ¿no querrán sacar un lánguido siete como profesores/as?
Saludos y abrazos, un inmenso reconocimiento por estar en el lugar que ocupan, por las razones que sean. Y por supuesto por lo que he aprendido.
PS.
El problema no es que Foucault sea hijo de una época, el problema es que la época es hija de Foucault, y lo que usted ha dicho es una prueba de ello.
“…entonces podría apostarse a que el hombre se borraría, como en los límites del mar un rostro de arena.”
Foucault

1 comentario:

Anónimo dijo...

que bueno que compartes esto con nosotros, con tus colegas y pricipalmente con tus profesores, para que de la proxma vez lo puedan hacer diferente.