jueves, 30 de octubre de 2008

Nos Otrxs

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Las palabras remendarían retazo a retazo cada conversación, cada nuevo encuentro. El texto o la imagen, serían en la pantalla, pero yo escucharía tus palabras, tus descripciones y tus emociones. Así, letras, líneas y colores olvidarían un poco a su autor, sus fronteras, su contención, se desbordarían de cualquier dominio.
Entraríamos en la aventura de hacer parte de la vida de lxs otrxs, en el reconocimiento y en la negación, en el acuerdo y en el desacuerdo, sin olvidar nuestro propio cuerpo y sin pretender ser lx otrx. Reconoceríamos entonces nuestra profunda orfandad, vulnerabilidad e incompletud.
Sin duda, también nos veríamos allí, reflejados de manera implacable. La evidencia de nuestras limitaciones nos acecharía en la pantalla. Una interpretación nos abriría una ventana para vernos nuevamente. Nos enfrentaría así ante nuestras propias limitaciones o temores, el reto sería pensar de otro modo…o simplemente dejar ir el instante mientras nos deslizamos subrepticiamente y huimos de nosotros mismos de manera valerosa, de un click hacia otro, de una página a otra.
Aparecería entonces, la risa en tu risa, tu emoción en mi emoción, la tristeza en lxs dos, lxs cinco o lxs once, o entonces se presentarían estas emociones de forma contradictoria. Pero siempre en procura de ser vistas, leídas, escuchadas y sentidas. Escribiríamos entonces empujadxs por la certeza de nuestra fragilidad y por la necesidad de un abrigo. Imaginaría tu abrazo y tu calor, te tendría en cada sonido del tecleo y tendría la esperanza de no estar solx.
Podría ser un ermitaño dirá otrx, pero siempre una tarde, de algún año, diez, veinte o treinta, añoraría tener tu visita, para ofrecerte un café o un té y contarte de mis aprendizajes, de cuán de distinto soy ahora. Y estoy segurx que me lo confirmarías o me lo negarías. Mi fragilidad, como un río, me conduce de manera inexorable hacia lxs otrxs.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bravo. Realmente seduce a la escritura, será mi mantra creador.