sábado, 8 de noviembre de 2008

Entre pisos


Una altura de piso era nuestra distancia en Bogotá, facil y cotidianamente eliminada para permitir el encuentro cara a cara, cuerpo a cuerpo, el placer de la risa, de la tertulia, de la conversación suelta y soñada, de la re cti fi ca di va ga ción jugada y disfrutada, de las tristezas compartidas, de los desahogos e inseguridades compartidas, reflexionadas, ridiculizadas y aceptadas.


Ahora son varias las alturas y anchuras de continentes y mares que nos separan físicamente y que eliminamos cuando nos encontrarnos cada unx frente a su computador, juntos en esta sala, cuarto, cocina, de nuestra casa en internet. Con la tecnologia virtual, nos saludamos, cada unx en su uso horario, nos contamos la vida de nuestros días, nuestras gracias y desgracias, reímos, nos seguimos imaginando la vida y, algunas veces, la escribimos e inventamos paso a paso.

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